Según datos del Observatorio Joven de Vivienda en España, correspondientes al tercer trimestre de 2007, una persona joven necesitaría para adquirir una vivienda libre en nuestro país unos ingresos mínimos anuales de 38.028,89 €, mientras que el salario medio real es de 16.370,13 €. Por tanto, debería cobrar un 132,31% más de lo que cobra para no endeudarse excesivamente en la compra de una vivienda.
Por Comunidades Autónomas, en las que existe mayor diferencia entre ingresos reales e ingresos necesarios para comprar una vivienda son: el País Vasco con el 186,64%, las Illes Balears con el 183,87% y la Com

Este indicador permite calcular la renta bruta que debería percibirse para que la cuota mensual de una hipoteca tipo no excediera del 30% como umbral máximo tolerable de endeudamiento.
Asimismo, el esfuerzo de una persona joven para acceder a una vivienda libre asciende al 69,7% de su salario, de media en España. La situación es aún más extrema para las personas jóvenes con menos de 25 años, ya que han de destinar el 91,5% de su salario. Por comunidades, nos encontramos, en un extremo, con esfuerzos económicos que superan el 80% del salario individual, al País Vasco (86%), Illes Balears (85,2%) y a Madrid (84,7%). En el extremo opuesto, con ratios por debajo del 55% del salario medio de una persona joven, se hallan Extremadura (42,8%), Navarra (51,2%) y Melilla (53,6%).
Por otra parte, en el tercer trimestre de 2007, la superficie máxima tolerable para una persona joven en España se sitúa en 43 m2 construidos. La superficie máxima tolerable son los metros cuadrados máximos que una vivienda libre debería tener para que su compra no superara el 30% de los ingresos de una persona, límite máximo de endeudamiento asumible.
Emancipación de la población joven
En el tercer trimestre de 2007 se ha alcanzado la mayor tasa de emancipación de la población joven de los últimos cuatro años, el 45,2%. Pese a ello, esta cifra significa que todavía más de la mitad de la población joven en España vive en casa de sus padres.
Según tramos de edad, la dependencia familiar de las personas jóvenes es mayor en las edades más jóvenes, en particular entre los y las menores de 25 años, donde tan sólo 13 de cada 100 jóvenes han logrado emanciparse. Por el contrario, casi 3 de cada 4 personas jóvenes con más de 30 años ya han formado un hogar independiente. En cuanto al sexo de las personas, son las mujeres jóvenes las que más rápidamente consiguen entrar a formar parte de un nuevo hogar. La distancia entre la tasa de emancipación de los hombres y las mujeres si sitúa alrededor de los diez puntos porcentuales, el 40,4% de hombres frente al 50,3% de mujeres.
Visto este informe entendereis porque una de mis preocupaciones centrales y prioritarias es la lucha por la emancipación real de los jóvenes. Entendida ésta desde una doble perspectiva:
- por un lado mediante la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo (estabilidad, seguridad, formación...) y el aumento de las retribuciones de los jóvenes trabajadores (contratos basura, prácticas que encubren contratos, temporalidad...).
- por otro combatir la especulación inmobiliaria en la defensa del acceso a la vivienda como un derecho constitucional y no un privilegio.
Datos como los conocidos hoy deben reafirmarnos en la necesidad de continuar luchando para que toda política o actuación pública se efectúe siempre desde el punto de vista diferenciado y transversal de la Juventud.
Reconozco que resulta pesado escuchar, tras largos debates, sistemáticamente las mismas respuestas de algunos compañeros: los mayores también tenemos problemas, os quejais pero no sois realmente diferentes, tantas medidas para jóvenes pero y para los demas?..... y tantos y tantos tópicos más.
No es momento de rebatir estos argumentos fáciles (me llevaría demasiadas líneas), pero sí os quiero decir que no debemos callarnos. Tenemos que seguir luchando porque la voz de los jóvenes se oiga en las organizaciones de las que participamos del mismo modo que las compañeras han luchado durante décadas para combatir la discriminación sexista. Hoy sería impensable aplicar un plan de empleo sin contar con la visión de la mujer trabajadora, mañana debe ocurrir lo mismo con los jóvenes.
Respetemos la seriedad de nuestros planteamientos para que éstos sean respetados por nuestros mayores.
Demos ejemplo de como no nos limitamos a levantar el puño aquí o alla, sino que también somos capaces de ser firmes defensores de los derechos laborales y sociales. Demos de una vez un paso adelante, dejémonos de quejas sin más, y empecemos a tomar parte de los centros de decisión. Que nuestras voces se oigan fuertes y claras.
Para ello es fundamental revitalizar las centenarias organizaciones de lucha sindical y política con savia nueva. Tenemos que aprender de la experiencia de nuestros mayores pero sin renunciar a cambiar muchas de las actuales estructuras de trabajo, anquilosadas en los tiempos de la transición.
¡Compañero/a joven, da un paso al frente
únete a la lucha por tu emancipación!
PD: en la foto el Ministro del Interior, Rubalcaba, y el Presidente del Consejo de la Juventud, Mario Esteban Ruiz.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada