Soy políticamente incorrecto. Ventajas de reconocer y defender la dignidad de la Política. Otros mediocres se amparan en la cobardía de su silencio y ni incorrectos pueden ser porque ni siquiera políticos se reconocen.
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No ven política en la subida de precios del arroz y la harina mientras los vehículos de gama alta se mantienen estables.
No ven política en subvencionar viviendas públicas para evitar la caída de los empleos basura en la construcción, en lugar de atacar el sistema económico que los sustenta.
No ven política en enseñar la puerta de salida a los emigrantes que antes eran necesarios para mantener la seguridad social.
No ven política en el analfabetismo cultural que impera en occidente, donde lo único que importa es obtener rentabilidad de lo que se estudia, pero no se presta interés en formarnos como seres humanos libres.
No ven política en que la gran Banca española acapare beneficios año tras año, mientras que un joven necesitaria el 300% de su salario para acceder a una vivienda.
No ven más que problemas porque no se atreven a trabajar por la solución
No ven política, porque ni siquiera se ven a ellos mismos como parte del mundo.
Pero lo mejor de estos grandes "apolíticos" es que desde su enfermiza neutralidad, se sienten dignificados para censurar el actuar de los demás. Mientras continúan cómodos en sus lindas sillas, se permiten el lujo de invocar mitificadas luchas obreras de hace décadas para criticar la actual actuación de las centrales sindicales.
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¡Todo sindicato es un vendido! ¡todo partido corrupto!: - claman por las esquinas!
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Pues no. Por aquí no hay camino por el que podais seguir atacando. No es tolerable tanta demagogia. Por cierto, tal concepto significa simplemente defender con vehemencia aquello en lo que no se cree.
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Y os lo aplico, a algunos porque no me creo que realmente defendais a la clase trabajadora, ni la lucha de los Largo Caballero, Meabe o Pablo Iglesias. Mas bien os imagino lanzando piedras al abuelo cuando defendía la necesidad de crear un partido de trabajadores que llevase nuestra voz a los parlamentos burgueses. Entonces le llamaron vendido, cobarde, traidor. Como veis, vuestra mediocridad es tal que tampoco alcanzais a inventar nuevas acusaciones. Como mucho sois aprendices de Mejides apuntados a la lista del paro.
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Me fascina tanto revolucionario aletargado más preocupado por tararear viejas consignas que en luchar por hacerlas efectivas. Si tanta es la mediocridad sindical, tomad la delantera, llenad las organizaciones de trabajadores de cientos, de miles de compañeros con el puño en alto, levantado la bandera roja en cada acto, en cada comité, en cada asamblea, hasta ser tantos que podais derribar a las ejecutivas que considerais vendidas. Os sorprendería ver la cantidad de gente que cada día se rompe los cuernos con un trabajo sindical ejemplar y que buscan apoyo para ir más lejos.
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No creais que es tampoco nada nuevo, ahora el mediocre soy yo, porque así se hicieron ya los bolcheviques con el poder, demostrando con la fortaleza de sus ideas y la contundencia de sus movilizaciones, que los mencheviques no eran dignos de llevar la dirección del movimiento obrero.
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Compañero, tus frases repetitivas empiezan a aburrir. Deja de quejarte y haz algo por cambiar este jodido mundo. Da un paso adelante para formar parte de la historia y no ser un mero espectador más. Criticas y criticas, pero poco haces por cambiar el sistema que consideras corrupto.
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Pues bien, si has leido hasta aqui no lo dejes ahora porque me toca contraatacar. Si el sistema está podrido es porque aquellos que os considerais de izquierdas, herederos de la lucha de clases con la que tanto se os llena la boca, habeis dado la espalda a la lucha por los valores del progresismo, habeis escogido el camino fácil, os habeis acomodado mientras os lo daban todo hecho y aprovechais la mínima oportunidad para decir lo mal que lo hacen los demás, mientras lo único que os preocupa es como ha quedado vuestro equipo de futbol este finde. No sois los 300 espartanos muertos en las Termópilas, sois los 10000 que se quedaron en casa viendo como moría su rey.
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Si quereis que el mundo mejore, empezad dando un paso en firme por vosotros mismos, porque la historia ha demostrado que no existen recetas mágicas que solucionen los problemas sin luchar contra ellos. Por desgracia una vez que despiertas, una vez que eres consciente de la injusticia, te das de frente con una realidad áspera y cruel, y la batalla no finaliza hasta la muerte.
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Tu decides, pastilla roja o pastilla azul. Si te tomas la primera nos veremos en la lucha, codo con codo o zancadilleándonos como hacemos desde hace casi 100 años, pero luchando por el triunfo por el triunfo de los trabajadores. Si te tomas la azul, ten la decencia de dejar de empreñar (en galicia decimos "toca-los collons") mientras otros trabajan, y disfruta de tu falsa calma, de tu exclavitud, de las sombras de la caverna donde estás atado de pies y manos.
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PD: por seguir con la metáfora de Morpheus en Matrix: "Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada más"
¿quieres oírla?
