diumenge, 16 de març del 2008

Año 0. Día XXX. Balance

Un mes y medio de huelga (30 días laborables) da para mucho y más cuando entremedias se han ido cumpliendo puntos de inflexión. Creo que por ello es necesario hacer una pausada reflexión sobre el momento en que nos encontramos, el camino recorrido y lo que nos queda por delante.

Intentaré ser todo lo objetivo que pueda, para lo cual omitiré todos los datos que no han sido expuestos por la plataforma. La valoración final ya es otra cosa.


Primer punto de inflexión: última oferta “oficial” no sometida a referéndum:

La propuesta económica del MJU era la siguiente:
60€ pagados en el 2008
50€ el 1 de febrero del 2009 con efectos 1 de enero de 2008 (atrasos 600€)
70€ más, el 1 de abril del 2009

Esto hacia el 29 de Febrero un total de 180 euros en abril del 2009. Pero no solo eso, los 400 que exigimos se nos abonarían a más tardar en diciembre del 09 y con la garantía de que estas cantidades acompañarían a las comunidades que se transfieran durante este período.

Alcanzados los 400 en Dic-09, hemos seguido peleándonos por acortar las fechas de pago que se perciben durante los años 2008 y 2009, y que en esta última oferta suponían ganar un total de 3 270 euros.

Para lograrlo habríamos invertido 20 días de huelga indefinida (el que hiciese servicios mínimos menos) que a razón de una media de 50 €/día son 1 000 en descuentos a los que habría que sumarle los 2 días de las huelgas del año pasado (planes de actuación al margen y ya comprometidos por aquel entonces).

A nadie sorprendo si afirmo que ese viernes 29 supuso pues un primer punto de inflexión en el conflicto. Desde hacia una semana muchas eran ya las voces que pedían que la oferta anterior se consultase a los trabajadores sin obtener respuestas positiva.

En aquel momento se dieron todo tipo de largas asegurando que las ofertas eran mejorables, como lo demostraba que en una semana se había pasado de 90 euros en enero de 2008 a 110 €. Lo que no se decía tan abiertamente es que esto solo supuso un aumento total de 240 euros cuando para lograrlo se necesitaron otros 250 euros de descuentos.

El malestar general empezó a hacerse patente y comenzó a entreverse la desconfianza entre delegados y trabajadores. Pero aún así, las centrales sindicales quemaron los últimos cartuchos de la fidelidad de sus bases y pidieron un esfuerzo más bajo la idea de que la proximidad de las elecciones del 9-M era un arma de presión muy fuerte en nuestras manos.



Segundo punto de inflexión: ruptura de las negociaciones.

Tal vez ciegos de poder (esto es opinión personal), con una movilización histórica secundada por más del 80 % de los compañeros, iniciamos la primera semana de Marzo bajo la idea de que el Gobierno socialista no podía presentarse a unas generales con una huelga indefinida en Justicia. Nos sentíamos fuertes y creíamos que teníamos enfrente a un Ministerio débil. Por desgracia, valorar incorrectamente la correlación de fuerzas en una mesa de negociación es sinónimo de fracaso.

Tal era nuestra presunta superioridad, que la parte social mantuvo en las dos reuniones de esta semana una postura frentista, nada dialogante y basada en órdagos. Desde mi absoluta inexperiencia y valorándolo como mero trabajador de justicia, creo que esto es más propio de fases iniciales del conflicto que de los momentos finales, pero doctores tiene la iglesia.

Por resumir brevemente lo acontecido deciros que la celebración de la primera mesa de negociación el martes 4-M fue un auténtico milagro porque la plataforma se negaban a sentarse si antes de entrar no se mejoraban ya por escrito las cantidades ofrecidas.

El jueves 6-M, más de lo mismo. La reunión se inicia por la mañana y se acuerda continuarla por la tarde. Finalmente tras un absurdo altercado, se inicia la reunión de la tarde y tras la intervención del Ministerio, la parte social advierte que no entrará a debatir el documento ni las alegaciones mientras no se mejoren “sustancialmente” las cantidades económicas, se levantan y se abandonan la reunión diciendo que aunque se vayan no rompen las negociaciones.

La idea que tenían en mente es evidente: un jueves, a 3 días de las elecciones seguro que la Administración recapacita y convoca de urgencia para el Viernes. Por desgracia para los trabajadores, el Ministerio no era tan débil y en vez de convocar nueva mesa saca una nota de prensa anunciando que los sindicatos han roto las negociaciones. Para los que jugamos al mus, pensar en la cara que se os queda cuando echáis un órdago y lo perdeis.

Desde este viernes, a la desconfianza y dudas de los trabajadores se le suma ya el desconcierto y el nunca reconocido temor de los más radicales en la mesa de negociación a haberse pasado de vueltas. En las asambleas de trabajadores la descoordinación empieza a ser patente y los discursos van cambiando sutilmente sin que nadie parezca darse cuenta.



Tercer punto de inflexión: elecciones generales.

Pasan los días y mal que nos pese, la Administración no convoca mesa. Se celebran las elecciones del Domingo y el PSOE sale muy reforzado. Tal es así que el Ministerio a lo largo de esta semana no ha parado de hacer notas de prensa y remitir comunicados a los Juzgados informando de que si la negociación no avanza es porque la plataforma mantiene una postura intransigente y se niega a rebajar sus máximos reclamados (¿puede considerarse otro error no haber empezado la lucha por más dinero para poder firmar menos?).

La propia parte social, obcecada hasta hace menos de una semana en que éramos una fuerza imparable, ha tenido que centrar todos sus actos en estos últimos 5 días en la petición de una nueva mesa de negociación.

Incluso los sectores más extremistas de la plataforma no paran de “pedir” (ya no exigimos) la convocatoria de una nueva reunión. Y todo esto sin que nadie haya dado explicaciones ni asumido el grave error que ha podido cometerse al levantarse de una mesa y hacerlo de la manera en que se hizo.



Situación actual y perspectivas

Lo cierto es que actualmente nuestra posición es muy delicada:

  • Hemos aumentado los descuentos a unos 1500 euros.
  • Hemos pasado de que sea la Administración la que pida nueva reunión en cada mesa, a levantarnos de la última sin tener nueva fecha.
  • Hemos pasado de reuniones periódicas a no saber cuando puede ser la próxima.
  • Hemos pasado de tener tres armas en nuestro poder (seguimiento de la huelga, presión de las elecciones, atasco judicial) a una y media (el seguimiento ha bajado).
  • Hemos pasado de pedir ofertas mejores por escrito a la Administración a tener que ser nosotros quienes demos estos pasos rebajando nuestros máximos.
  • Hemos pasado de cerrar un preacuerdo en clima de buena voluntad a hacerlo en clima de hostilidad.


En definitiva, hemos perdido la postura preferente en la negociación.

Y ante todo esto, ¿qué nos queda? Antes de responder os pediría que hicieseis un ejercicio de memoria:


¿recordáis cuando algunos hacían todo lo posible para que fuéramos a hacer pitadas a las sedes del PSOE y boicotear sus actos de campaña porque esta presión les obligaría a firmar? ¿Os habéis dado cuenta de que son los mismos que esta semana dicen que como ya no hay elecciones, ya no hay presión, la Administración puede negociar más abiertamente y sin miedo a parecer blanda ante la ciudadanía? En que quedamos, la presión era buena, o fue un obstáculo para negociar.


¿recordáis como algunos centraban sus gritos más en pedir la dimisión de Bermejo que en las cuestiones económicas? Todo eso de por dignidad y orgullo el 9-M lo vais a pagar… ¿Ahora que Bermejo parece que se va, con quien negociamos mientras no venga nadie nuevo? ¿Semanas y semanas de descuentos sin mesas?


¿recordáis como algunos se negaban a negociar mientras no se mejorasen las ofertas para no parecer débiles?¿Ahora que hacemos de todo para que nos vuelvan a convocar, nos volveremos a levantar si no nos dan los 200€?


¿recordáis a aquellos que cada día nos cantaban los datos de seguimiento de huelga y acaban preguntando si queríamos seguir en huelga? ¿Por qué no lo han vuelto a hacer?

Como podéis ver, hay muchas cosas que me irritan, porque creo que la situación enquistada en la que actualmente nos encontramos no es responsabilidad exclusiva de la Administración (por mucho que duela reconocerlo). Pero no es tiempo de división, tiempo habrá cuando esto acaba de decir a los 4 vientos lo que ha sucedido y que cada cual eliga la postura que le parezca correcta (¿en una elecciones?).

Desgraciadamente para nuestros bolsillos, la lucha no ha terminado. Y ahora más que nunca necesitamos tomar protagonismo, retomar presencia mediática y reagrupar nuestros efectivos porque de lo contrario llegaremos a la siguiente negociación en una posición excesivamente débil.

No es momento de romper la unidad, ni de bajar los brazos. Tenemos que hacer un esfuerzo para conseguir una nueva mesa (exigir que a NADIE se le ocurra volver a cargársela) y confiar en que la Administración mejore su oferta y sea votada en referéndum. Mejora que deseo ya no tanto por lo meramente económico (que también) sino porque es necesario que los trabajadores regresen con la sensación de victoria. La misma que habríamos tenido aquel 29 de Febrero.

En este nuevo clima de lucha en Baleares hemos optado por concentrar las movilizaciones en un gran acto propagandístico diario. El jueves fue una gran cadena humana delante de la sede del Gobierno Balear y el viernes una procesión y entierro de la Justicia. El lunes… sorpresa.

Ánimo compañeros

¡Venceremos Convenciendo!


PD: aquí os dejos otros enlaces de videos sobre la huelga:
http://es.youtube.com/watch?v=eoasxP6RRtI
http://es.youtube.com/watch?v=uvvlX01TYtA
http://es.youtube.com/watch?v=hEzKpgGMYx8

Reir o llorar