divendres, 3 d’octubre del 2008

¿Alguna vez os habeis parado a escuchar con detenimiendo la letra de "La vida sigue igual"?

Es una canción curiosa;con el aire entre puteón y meláncolico de Julio Iglesias uno nunca sabe si oírla afronta una canción de esperanza o de abandono, de ánimo o de despedida. Tal vez esa sea su grandeza.

Determinar su contenido igual es complicado pero lo que tengo claro es que cuando acaba de sonar no puedo evitar que mi rostro tenga una media sonrisa y me mente piense que aquellas decisiones que tomamos en la vida, aquellos caminos que seguimos puede que no hayan hecho girar el mundo en sentido contrario pero han valido la pena.

Como diria el filósofo, cuando observamos un río parece que estemos siempre ante el mismo caudal de agua pero lo cierto es que a cada segundo, lo que pasa ante nuestros ojos es algo nuevo, totalmente diferente aunque imperceptible al ojo humano. Puede ser duro pensar que los cambios no se ven, no se sienten, no se aprecian, pero al igual que sucede con el agua, existen y sin ellos en vez de un rio lleno de vida en continuo movimiento, tendríamos una poza de agua estancada, contaminada y llena de peces muertos.

...Al final las obras quedan las gentes se van, otros que vienen las continuarán, la vida sigue igual...

1 comentari:

Anònim ha dit...

El problema es cuando esas obras que tanto han costado a algunos, con sacrificios personales incluidos otros vienen a "cargarselas", aunque no van a poder, la memoria es dificil destruirla y solamente con permanecer en el recuerdo de algunos, ya es suficiente.
Me quedo con la imagen del niño y la referencia a que "siempre hay por quién vivir, por quién luchar", eso es lo que verdaderamente importa.
Todos somos prescindibles pero la obra más importante en esta vida es que nuestros hijos tengan lo mejor de este mundo que no sabemos a donde va y solo por ellos merece la pena seguir luchando, desde donde le dejen a uno hacerlo.

Reir o llorar