diumenge, 30 de novembre del 2008

Teatro injustificado

En estos días pasados ha tenido lugar otro brutal atentado contra nosotros, los occidentales democraticos y ejemplo de igualdad, prosperidad y justicia social (por todo el mundo mueren cientos al dia en guerras olvidadas).

De estos asesinatos se salvo la Presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre que junto a sus asesores no dudaron en presionar al personal de seguridad del hotel donde se encontraban con ponerse a gritar y provocar el caos colectivo sino les dejaban irse bajo su propia responsabilidad (tal cual declararon sus asesores, no invento nada).

No pretendo hacer demagogia barata con sucesos de este tipo. No diré que una Presidenta como ella debería al menos haberse quedado en el consulado/embajada a la espera de ver lo que sucedia con sus compatriotas y gobernados (madrileños habia). No, no toca: entiendo que como se dice en el saber popular "el miedo es libre" y Aguirre prefirió hacer uso de su poder y medios para volver cuanto antes a su casa y ver el resultado desde Malasaña. Es comprensible, somos seres humanos y habría que ver como actuamos en situaciones similares. No la critico por ello aunque no comparto su decisión debido al cargo que ocupa.

Lo que sí censuro, condeno y lamento es la utilización que hizo de su llegada a Madrid para presentarse como una pobre víctima. Por aquí si que no. El PP dice que no debe hacerse política de visceras con esta cuestión pero parecen olvidar como "presentaron" (nada es casual) a la Presidenta ante las cámaras: despeinada, con los calcetines del avión y dando muestras de haber sobrevivido con coraje y lucha a una terrible situación.

Si no queremos hacer política de esto, haber convocado a la prensa una hora más tarde, con Aguirre vestida y con más información de lo sucedido. Si por el contrario caen en el victimismo afronten que han dejado la puerta abierta para la crítica.

Reir o llorar