Tengo 29 años, nací por lo tanto en un Estado constitucional. Hablar del pasado, de lo que sucedía antes es algo que solo puedo hacer escuchando a nuestros mayores que no es poco.
Por cierto aprovecho para brindar homenaje a un compañero que esta semana cumple años y que a sus casi 90 sigue participando de cada acto del Partido y enseñandonos a respetar lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos. Y es que cuando hablo de respeto y dignidad no lo digo por haber visto una peli en la tele sobre Pablo Iglesias o la lucha socialista. Lo digo porque en cada asamblea quiero mirar a los ojos al compañero no avergonzarme por traicionar ahora que son bien dadas sus años de castigo y silencio. Pero este es otro tema.
Retomemos. Decia que mucho tiempo ha pasado y los cambios han sido brutales: un Estado autonómico, documentos oficiales en euskera, elecciones, fin de la impunidad de las clases dirigentes, igualdad con mayúsculas, educación para todos...
Hablar de todo sería imposible así que me limitaré a uno de los puntos que más han llamado mi atención en estos días: la evolución de los derechos de la mujer.
Solo pensar que una mujer no podía abrir una cuenta corriente sin autorización, que pernoctar en un hotel era jugártela, o que protestar por una bofetada era imposible debería hacernos recapacitar y celebrar el día del hoy como algo maravilloso (al margen de que seamos republicanos, federalistas, etc).
Veo ese pasado en blanco y negro y navego por un colorido ciberespacio donde una joven nacida en el 81, muller y mallorquina nos habla de sus sesiones en el Congreso de los Diputados al que constantemente lleva propuestas en defensa del motor económico de las Islas, el turismo, y desde donde no olvida el progreso y el trabajo por y para su/nuestra ciudad, Palma.
Con sus miserias y sus rencores, la grandeza de este país, conjunto de Naciones es enorme. Pocos han podido evolucionar a esta velocidad y con esta contundencia.
PD: por un momento me plantee hablar hoy sobre que la Constitución es algo más que un texto formal; de como representa un conjunto de valores y principios sustentados en la democracia y respeto al otro.
Me plantee hablar de como algunos que alardean de progresismo y libertad cohartan, limitan y prostituyen la voz de los suyos olvidando por lo que nuestros padres y abuelos lucharon: poder ser libres para elegir.
Pero no, su mediocridad no merece una entrada. El tiempo os borrara.
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