dijous, 25 de setembre del 2008

Justicia y Progreso

Hace pocos días ha visto la luz una nueva Asociación en Justicia, y digo "una nueva" y no "otra" por algo. Su nombre: Asociación Profesional Justicia y Progreso.

Hoy más que nunca cuidaré las palabras que elijo para escribir estas líneas porque mi corazón y mi mente se debaten entre mi tradicional crítica a los grupos que nacen de crisis puntuales y la esperanza por la entrada de un poco de aire fresco en la Administración de Justicia.

Los primeros acaban por confundir sus intereses y rencillas personales con el interés colectivo, repitiendo los errores que tanto censuraban.

Lo segundo hace cada vez más falta. En estos momentos donde el movimiento sindical está descabezado y falto de liderazgo ideológico, puede presentarse fundamental el nacimiento de una organización como ésta cuyos miembros, bregados en mil y una batallas, continúan con ganas de decir algo nuevo, de explicarlo y fundamentarlo hasta convencer.

El conocimiento de algunos de los “implicados” me hace apostar evidentemente por esta segunda calificación y darles/os la bienvenida a mi vida laboral.

La mediocridad imperante a nuestro alrededor y en nosotros (bien por falta de preparación, bien por dejadez o bien por incapacidad) es un buen caldo de cultivo para que arraigue (entre unos pocos tal vez) un trabajo de hormiga que alejado de la espada de Damocles del posibilismo y demagogia electoralista, permita plantear una serie de propuestas ajenos al simplismo prototípico.

Hacerlo desde el esfuerzo y sacrificio personal (tal es la consideración de quien dedica su tiempo libre a trabajar por los demás), no hace sino demostrar que la defensa de “lo público” es un gusanillo que una vez que te pica no te deja descansar, no por los beneficios individuales que te otorga (como acusan gratuitamente algunos) sino por el compromiso que en un momento determinado se adopta con el mundo en el que vives y el que quieres dejar a tus hijos. Así fue hace más de un siglo y así debería seguir siendo.

Trabajo, ideas, proyecto, esfuerzo, son valores con los que naceis/nacen y que deberían hacer reflexionar a las Centrales sindicales. Algo se está haciendo muy mal cuando aquellos que deciden robar horas a sus parejas e hijos para trabajar en defensa de los derechos de los trabajadores, no encuentran su acomodo en un sindicato de clase. Un toque de atención que por desgracia se confundirá con amenazas y presiones en lugar de servir para reconocer la necesidad de una profunda reestructuración a todos los niveles (democracia interna, apropiación de los fondos, uso del crédito horario…).

La cercanía que siento hacia esta Asociación (desde el mismo nombre) me hace desearos un honroso presente. Como diría el tristemente fallecido Juan Antonio Cebrian: ¡Sangre y honor compañeros/as!

Lo demás, el tiempo dirá.

2 comentaris:

JUSTICIA Y PROGRESO ha dit...

Desde Justicia y Progreso te agradecemos estas palabras de ánimo y comprensión a la vez. Esperamos contar con la colaboración de todos porque aspiramos a tener un proyecto que abarque a todo nuestro colectivo y particularmente la tuya.
Recibe un saludo de quién tú sabes está detrás de estas palabras.

JUSTICIA Y PROGRESO ha dit...

Desde Justicia y Progreso te agradecemos estas palabras de ánimo y comprensión a la vez. Esperamos contar con la colaboración de todos porque aspiramos a tener un proyecto que abarque a todo nuestro colectivo y particularmente la tuya.
Recibe un saludo de quién tú sabes está detrás de estas palabras.

Reir o llorar