Es dificil describir y intentar resumir en palabras la manifestación que algunos tuvimos oportunidad de vivir ayer en Madrid. Las imágenes nunca podrán dar justa medida del ejemplo de lucha que recorrío las arterias de la capital. Los videos solo capturaran breves minutos de un 3 horas de gritos y coraje.
Que deciros que no se explique solo con la cifras: de los 9 000 funcionarios de justicia no transferidos, 3 000 estabamos ayer en la capital estatal. Mil de nosotros participamos de la Asamblea celebrada por la tarde.
Tres mil gargantas gritando a la vez, desde la mas absoluta convicción en la justicia de lo reclamado. Y haciéndolo como trabajadores. Fuera ha quedado ya la etiqueta de funcionario vago tomando cafe. En estos 8 días hemos plantado cara a jefes y presiones y nos hemos mantenido firmes. Compañeros, nos hemos ganado el respeto de aquellos que antes nos daban ordenes sin pensar y a los que ahora miramos de frente, con la cabeza en alto.
Y hemos sabido hacerlo desde la unidad en la lucha. Una unidad que no debe venir impuesta por falsos mesías que parecen añorar tiempos de borregos sino por nuestra madurez, por nuestra propia concienciación. Desde nuestra condición de trabajadores y a través de nuestros centenarios sindicatos demostramos cada día que la lucha está latente en nuestros corazones, que a cada injusticia, a cada presión intolerable sabremos alzarnos y gritar ¡NO!
Si algo puedo transmitiros de lo vivido ayer, de este día histórico, espero que sea la fuerza de nuestras convicciones, la contundencia de nuestra unidad (sin que nadie tenga derecho a cuestionarla) pero sobre todo la innegable verdad de nuestra Victoria. Podrán darnos más o menos euros, negociar su entrega en un mes u otro, pero mientras seamos capaces de mantener en nuestra memoria lo que hemos sido en estos días, mientras esta lucha perviva en nuestros recuerdos, la Victoria no fallecerá.
Que deciros que no se explique solo con la cifras: de los 9 000 funcionarios de justicia no transferidos, 3 000 estabamos ayer en la capital estatal. Mil de nosotros participamos de la Asamblea celebrada por la tarde.
Tres mil gargantas gritando a la vez, desde la mas absoluta convicción en la justicia de lo reclamado. Y haciéndolo como trabajadores. Fuera ha quedado ya la etiqueta de funcionario vago tomando cafe. En estos 8 días hemos plantado cara a jefes y presiones y nos hemos mantenido firmes. Compañeros, nos hemos ganado el respeto de aquellos que antes nos daban ordenes sin pensar y a los que ahora miramos de frente, con la cabeza en alto.
Y hemos sabido hacerlo desde la unidad en la lucha. Una unidad que no debe venir impuesta por falsos mesías que parecen añorar tiempos de borregos sino por nuestra madurez, por nuestra propia concienciación. Desde nuestra condición de trabajadores y a través de nuestros centenarios sindicatos demostramos cada día que la lucha está latente en nuestros corazones, que a cada injusticia, a cada presión intolerable sabremos alzarnos y gritar ¡NO!Si algo puedo transmitiros de lo vivido ayer, de este día histórico, espero que sea la fuerza de nuestras convicciones, la contundencia de nuestra unidad (sin que nadie tenga derecho a cuestionarla) pero sobre todo la innegable verdad de nuestra Victoria. Podrán darnos más o menos euros, negociar su entrega en un mes u otro, pero mientras seamos capaces de mantener en nuestra memoria lo que hemos sido en estos días, mientras esta lucha perviva en nuestros recuerdos, la Victoria no fallecerá.
Ahora que se avecina el final del conflicto,
que la lucha deja paso a la negociación.
Recordad con orgullo estos días en los que fuimos Uno,
en que luchamos codo con codo, hombro con hombro, como TRABAJADORES
en que levantamos la cabeza y nos liberamos del yugo de jueces, secres y Gobierno
Compañeros , recordemos siempre con orgullo y fuerza estos días de lucha
para que aquellos que pronto nos tendrán en frente
tiemblen con solo oír nuestra voz:
¡JUSTICIA EN LUCHA!
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