No se si alguno habeis tenido la oportunidad de leer el libro "Queridos Mallorquines". Por su escaso volumen y temática liviana y humorística es sin duda una lectura muy recomendable para esta época veraniega.
Ante las recomendaciones de un amigo decidí hacerme con él hace semana y así tratar de entender/entendernos un poco mejor a estos mallorquines locos.
Como todo libro que esboza las líneas generales que definen a un Pueblo siempre habrá quien diga que incurre en numerosas incorrecciones. Si bien es cierto, no lo es menos que cuantas más páginas devoro más tengo claro que el autor tiene más razón que un Santo.
Os pondré un ejemplo. Hoy dos "forasters" después de un paseo por el centro de Palma decidimos hacer un café (para los más forasteros que yo, aquí los cafés se hacen no se toman, pero esa es ya otra historia).
En una situación así supongo que todos habremos escuchado la frase: "vamos a este de aquí que esta muy bien". Pues bien, llegados a "este de aquí" resulta que la cafetería estaba cerrada y sin visos de abrir. Ante lo cual mi compañero no pudo sino perjurar que había cosas que no entendía: centro de Palma, cinco de la tarde, temporada alta para el turismo y la cafetería cerrada.
Yo simplemente me limité a recordar estas líneas del libro: "en Mallorca se busca más el éxito vital por el placer de vivir que por el trabajo, y se tiene un concepto del tiempo más ligado al lento disfrute que a los resultados materiales del esfuerzo. Esta filosofía queda patente en el letrero que pendía de la puerta de una tienda en un día de verano; era uno de esos letreros que se venden ya impresos: CERRADO POR... (y ahí se añade, a mano, "vacaciones", "reformas", "defunción", etc.); en este caso se leía: CERRADO POR... la calor. Otro modelo de letrero -que sirve para irse de vacaciones- es aquel que dice: CERRADO HASTA... (y se añade "el 31 de Agosto", etc.); en una tienda de Portocolom le dieron un uso más cotidiano, y se leía: CERRADO HASTA... más tarde."
El mundo sin duda es diferente en la Isla, y esto es algo que uno aprende al poco de llegar, al menos, debería hacerlo si tiene ganas de quedarse. Si aún no lo has conseguido te recomiendo que cuando tengas un día estresante te acerques al atardecer a una de las playas que salpican la parte este del paseo marítimo de Palma y esperes a que el Sol poco a poco tiña la Catedral con suaves naranjas, para dejar paso a una neblina nocturna que poco a poco oculte las montañas. Repite el ritual un par de veces y cuando te des cuenta, el Mediterráneo se abrá llevado tus preocupaciones con el suave acunar de sus olas.
1 comentari:
Ahí le has dado, el Mediterráneo, ese es el gran problema, que lo rodea todooo!!!! Agua por aquí, agua por allá!!!! Aislamiento totaaal!!!!
Y además, desde cuando eres tu mallorquín? Y "La Curuña", qué? eh? eh?
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