Aceptémoslo, el tiempo rueda sin cesar y un nuevo verano ya esta aquí. Los horteras cangrejos germanos se pasean por nuestras calles recreándonos con imposibles combinaciones de calcetines y sandalias mientras que los precios de la taza de café suben más que el IPC (y esto no se congela por presiones políticas como la luz!).
Y con el verano inevitablemente... "la porra". Sí, la canción del verano ya no es la más bailada en chiringuitos varios y discotecas acaloradas. La canción del verano es simplemente el debate del verano. Con la liga de futbol terminada y la vida parlamentaria cerrada por vacaciones, la discusión de turno (la cosa es discutir) pasa por escoger que canción será la que más se baila de aquí a Septiembre.
Este año parece que la cosa anda entre "micrófonos", "carros" e "ideas" y tengo que reconocer que la curiosidad me ha podido y, como dicen que para juzgar hay que conocer, he obtado por usar la mula para bajarme las canciones y empezar a conocerme los estribillos que se adueñaran de las fiestas locales.
Ante tal "calidad" musical no pude resistirme y sin darme cuenta mis dedos tecleaban en busca del truhán de Julito, o los tonos de aquel Raphael. Sinceramente, si la cosa es echarse unas risas, quedémonos con el producto nacional original, que así por lo menos sabremos lo que decimos y nos evitamos el tarara tarari (y es que ¡¡¡Dios como cuestan las erres con una copa encima!!!).
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