74-72

Cuando pensaba que la decepción del eurobasket sería dejada a un lado por la liga nunca pensé que fuese tan rápido.

Ayer tuvo lugar el primer encuentro de la liga LEB entre el P.A.M. (Palma Aqua Magica) y el Aguas de Valencia-Gandía. Y desde ayer llevo pensando como resumir en pocas líneas las sensaciones tan alucinantes que me ha dejado el partido. Por desgracia nada de lo que diga haría honor a los minutos finales del encuentro.

Solo aquellos que difruteis con el basket (baloncesto para los puristas) podeis haceros una idea de que sentía. Os pongo en situación: tras cerrar en primer cuarto perdiendo por 13 puntos llegamos a los últimos 30.4 segundos empatados a 72, balón en posesión del equipo contrario y tiempo muerto.

El estadio, construido con las gradas pegadas a la pista, era un hervidero que rugía al son de los tambores, bocinas y gargantas tratando de disipar la eterna duda: ¿falta rápida o defensa intensa de 24 segundos?

Antes de poder debatirlo, el tiempo muerto había finalizado y los valencianos estaban botando el balón (24, 23, 22...). La decisión parecia clara: DEFENSAAAAAAAA! (12, 11, 10...). Los segundos viajan a velocidad crucero hacia el infarto (5, 4, 3 ...) el base rival se la juega....

... y FALLAAAAAAAA!

Rebote para nosotros.

El jugador mira el marcador electrónico (QUEDAN 3 SEGUNDOS) y cual geopardo observando a su presa centra su mirada en el aro rival y echa a correr por un camino entre rivales que solo él podía ver.

2 SEGUNDOS y está ya cerca de la línea de tres pero sigue avanzando directo a su objetivo.

1 SEGUNDO: el público con la respiración contenida , puños en alto y recordándose la final del europeo en cada pupila.

Salta... arma el brazo... y en una suspensión más propia de un ser alado... tira...

ENTRA LIMPIO!!!! SON 2 PUNTOS Y UN PARTIDO!!!!

La eufória se adueña de Son Moix, la victoria corre por las venas de cada aficionado como si el tiro saliese de sus manos. Durante unos segundos lo imposible se hizo realidad. Las preocupaciones del día a día dejaron paso a la mágia del baloncesto.

Y es que, señores/as esto es... BALONCESTO!