
Los meteorólogos definían lo ocurrido como dentro los parámetros normales de un cúmulo de tormentas en el Mediterráneo, originando esos pequeños tornados (caps de fibló en mallorquí) que en principio no deberían llegar a tocar tierra.
Pese al aparente control de la situación ver las fotos de los tornados danzando frente a Palma y los efectos de las riadas en las zonas por donde antaño circulaban torrentes resulta sobrecogedor. Más si cabe cuando hace pocas fechas sufrimos el paso de uno solo de ellos atravesando la isla de sur a norte, mientras que hoy llegaron a avistarse 5 (tres por la mañana y dos más por la tarde).
Poco podría decir que no quedase más claro viendo estas imágenes.
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